En la Tierra, las tribulaciones aumentaban, el miedo y el hambre elevaban sus cabezas.
Durante tres Shars, durante cuatro Shars, estuvieron observando los instrumentos frente a la la Blancatierra,
Nergal y Ereshkigal habían registrado extraños estruendos en las nieves de la Blancatierra:
¡El hielo de nieve que cubre la Blancatierra ha empezado a deslizarse!, informaron desde la punta del Abzu.
En la Tierra Más Allá de los Mares, Ninurta puso instrumentos de predicción en su refugio,
terremotos y temblores en el fondo de la Tierra descubrió con los instrumentos.
¡Algo extraño está pasando!, envió Enlil palabras de alarma a Anu en Nibiru.
Durante el quinto Shar, durante el sexto Shar, los fenómenos ganaron
fuerza,
en Nibiru, los sabios dieron la alarma, de calamidades hicieron advertencia al rey:
La próxima vez que Nibiru se acerque al Sol, la Tierra quedará expuesta a la fuerza de la red de Nibiru,
Lahmu, (Marte) en sus vueltas, se situará al otro lado del Sol.
La Tierra no tendrá protección en los cielos ante la fuerza de la red de
Nibiru,
La red significa, la atracción gravitacional de Nibiru sobre los planetas, asteroides y cometas
Kishar (Jupiter) y su hueste (los satélites) se agitarán, Lahamu (Venus) también se sacudirá y temblará; en el gran Abajo de la Tierra, el hielo de nieve de la Blancatierra está perdiendo base;
(se refiere a los hielos Antárticos que llegaban casi a lo que ahora es Sudafrica, con una altura enorme)
a próxima vez que Nibiru se aproxime a la Tierra, el hielo de nieve de la superficie de la Blancatierra se deslizará. Provocará una calamidad de agua: ¡La Tierra será arrollada por una gigantesca ola, un Diluvio! En Nibiru fue grande la consternación, inseguros ante el propio hado de
Nibiru, el rey, los sabios y los consejeros estaban también muy preocupados por la
Tierra y por Lahmu. El rey y los consejeros tomaron una decisión: ¡prepararse para evacuar la
Tierra y Lahmu! En el Abzu, se cerraron las minas de oro, desde allí fueron los Anunnaki
hasta el Edin; en Bad-Tibira, se cesó en la fundición y el refinado, todo el oro se envió a
Nibiru. Vacía, dispuesta para la evacuación, una flota de rápidos carros celestes
regresó a la Tierra; En Nibiru se vigilaban las señales de los cielos, en la Tierra se tomaba nota
de los temblores. Fue entonces cuando de uno de los carros celestiales salió un Anunnaki de
cabello blanco.
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