martes, 9 de noviembre de 2010

NIBIRU EN EL SISTEMA SOLAR


Enlil es un Annunaki que odia a los humanos y lo único que desea es extinguirnos a todos, pero no solo a los humanos sino a todo lo vivo que haya en el planeta, por eso ante la alternativa de una destrucción en la Tierra rechazaba todas las propuestas de posibles soluciones para una supervivencia de la vida en general, por parte de Enki y su hermana Nimash. Por otro lado si iba haber una destrucción total en la Tierra, se preguntaban que pasaría en Nibiru, ya que el estaría también expuesto a los mismos fenómenos. El Cinturón de Asteroides, (Brazalete Repujado) se estiraba por acción de la gravedad de Nibiru, las rocas que lo componen chocrían entre si y serían atraidos por la gravedad de los planetas, cayendo en ellos y provocando grandes mortandades en Nibiru como en la Tierra. Cuanto mas se acercaba Nibiru mayor era el tirón de su gravedad y los instrumentos colocados en puntos estratégicos en la Tierra estaban registrando la anomalía. Desde Nibiru los cientificos vigilaban que podía estar ocurriendo. En el Sol aparecieron una manchas gigantescas y lanzaba grandes llamaradas hacia los planetas. Había gran preocupación en el planeta visitante como en los otros y se preparaban para evacuarlos. La evacuación iba a ser de los Annunakis los terrestres quedarían librados a un terrible destino. Por ley no podían llevar a ninguno. Hasta aqui estamos viendo los acontecimientos del cataclismo, que podría llegar a repetirse en un futuro no muy lejano. Estamos comprendiendo que puede que los cambios que estamos teniendo en nuestro planeta en el Siglo XXI pueden no solo ser por el calentamiento global, sino tambíen por un intruso que visita periodicamente el sistema solar descalabrando todo a su paso. Como dije en párrafos anteriores cuando el movimiento ciclico de los cuerpos en el espacio es "ordenado" sus órbitas no se cruzan nunca por lo tanto el equilibrio es eterno o hasta que una circunstancia exterior provoque la ruptura del sistema. Si realmente Nibiru es un planeta que orbita en el sistema solar, haciendolo en sentido contrario a la rotación de los planetas, o sea de derecha a izquierda en lugar de al revés que sería lo normal, está expuesto a un choque frontal con otro planeta. Debemos tener presentes que Nibiru está acompañado por varios satélites en todo su recorrido, por lo tanto me imagino que los Niburianos "deben cortar clavos" cada vez que ingresan a este sistema. Ahora me llama mucho la atención que una raza tan milenaria, considerada eterna por la longevidad que gozan hayan poblado un planeta de riesgo y mas aún que nos hayan creado en otro planeta que es inestable, y que cada ciclo del otro esta en mayor riesgo provocando el fin de las civilizaciones que en el se desarrollaran. Esta gente se erigieron en nuestros dioses y no obligaron a servirles y adorarlos pero ellos tienen a su vez un Dios, al que llaman el Creador de Todo. Ese Annunaki, raro de cabello blanco que bajo de una nave dirigiendose a Enlil le dijo que venía de parte de Anu co ciertas indicaciones.

Galzu, Gran Conocedor, era su nombre. Con paso majestuoso se dirigió hasta Enlil, a él le presentó un mensaje sellado de Anu. Soy Galzu, emisario plenipotenciario del Rey y del Consejo, le dijo a Enlil.
Enlil se sorprendió por su llegada: No me había llegado palabra alguna de Anu sobre esto.
Enlil examinó el sello de Anu; estaba intacto, y era auténtico.
En Nibru-ki se leyó el mensaje de la tablilla, la codificación era de toda confianza.
¡Galzu habla en nombre del Rey y del Consejo, sus palabras son mis órdenes! Eso afirmaba el mensaje de Anu.
Que se llamara también a Enki y a Ninmah fue la petición de Galzu.
Cuando llegaron, Galzu le sonrió agradablemente a Ninmah. ¡Somos de la misma escuela y edad!, le dijo a ella.
Ninmah no podía recordar aquello; el emisario era tan joven como un hijo, ¡ella era como su anciana madre!
¡La explicación es sencilla!, le dijo Galzu: ¡La causa se halla en nuestros ciclos vitales de sueño invernal!
De hecho, este asunto es parte de mi misión; hay un secreto acerca de la evacuación.
Desde que Dumuzi estuvo en Nibiru, se ha estado examinando a los Anunnaki que volvían a Nibiru; aquéllos que más tiempo habían estado en la Tierra eran los más afectados al volver:
sus cuerpos ya no se habituaron a los ciclos de Nibiru, su sueño estaba alterado, su visión fallaba, la fuerza de la red de Nibiru pesaba en sus pasos.
Sus mentes también se vieron afectadas, ¡dado que los hijos eran más viejos que los padres a los que habían dejado!
La muerte, camaradas míos, llegó con rapidez a los retornados; ¡por eso estoy aquí, para advertiros!
Los tres líderes, los que más tiempo habían estado en la Tierra, guardaron silencio ante las palabras.
Ninmah fue la primera en hablar: ¡Era de esperar!, dijo. Enki, el sabio, se mostró de acuerdo con sus palabras: ¡Era evidente!, dijo. Enlil montó en cólera: ¡Antes, los Terrestres se estaban haciendo como nosotros,
ahora, nosostros nos hemos hecho como los Terrestres, para quedar prisioneros de este planeta! ¡Toda la misión se ha convertido en una pesadilla, con Enki y sus
Terrestres como señores, acabaremos siendo esclavos! Galzu escuchó con compasión el estallido de Enlil. De hecho, mucho hay
que reflexionar, dijo, en Nibiru se ha estado pensando mucho, y profundas cuestiones se han
estado planteando al examen de conciencia: ¿Se debería haber dejado a Nibiru a su suerte, fuera lo que fuera lo que el
Creador de Todo pretendiera, para dejar que ocurriera, o fue la llegada a la Tierra concebida por el Creador de Todo, y nosotros
no fuimos más que emisarios inconscientes? ¡Sobre esto, camaradas míos, el debate continúa! Así les dijo Galzu. Y he aquí la orden secreta de Nibiru: ¡Vosotros tres permaneceréis en la Tierra; sólo volveréis a Nibiru para
morir!
En carros celestiales, circundaréis la Tierra, esperaréis la calamidad en el
exterior; al resto de los Anunnaki, se les debe dar la opción de irse o de esperar la
calamidad en el exterior. Los Igigi que se casaron con Terrestres deben elegir entre la partida o las esposas:
¡A ningún Terrestre, ni siquiera Sarpanit, la de Marduk, se le permitirá viajar a Nibiru!
¡Todos los que quieran quedarse y ver lo que sucede, deberán salvaguardarse en los carros celestes! ¡En cuanto a todos los demás, deben estar preparados para partir hacia
Nibiru de inmediato! Así, en secreto, reveló Galzu las órdenes de Nibiru a los líderes.
Viene ahora el relato de cómo los Annunaki decidieron abandonar la Tierra,
y de cómo prestarobn juramento para dejar perecer a la Humanidad en el Diluvio.
Enlil convocó un consejo de comandantes Anunnaki e Igigi en Nibru-ki,
también estaban presentes los hijos de los líderes y sus hijos.
Enlil les reveló el secreto de la inminente calamidad.
¡La Misión a la Tierra ha llegado a un amargo final!, les dijo solemnemente.
Todos los que quieran partir en barcos celestiales, que se preparen para ser evacuados a Nibiru,
pero si tienen esposas Terrestres, tendrán que irse sin las esposas.
¡Los Igigi que se afeiten a sus esposas y descendientes, que escapen a los picos más altos de la Tierra!
¡En cuanto a los pocos Anunnaki que decidan quedarse, en Barcos del Cielo permaneceremos sobre los cielos de la Tierra,
para esperar la calamidad en el exterior, para presenciar la suerte de la Tierra!
¡Como comandante, seré el primero en quedarme! Así habló Enlil.
¡Los demás, que decidan por sí mismos!
¡Decido quedarme con mi padre, afrontaré la calamidad!, anunció Ninurta.
¡Después del Diluvio, volveré a las Tierras de Más Allá de los Océanos!
Nannar, el primogénito de Enlil en la Tierra, anunció un extraño deseo:
esperar el Diluvio no en los cielos de la Tierra, sino en la Luna
; ése fue su deseo.
Enki levantó una ceja; Enlil, aunque desconcertado, aceptó.
Ishkur, el más joven de Enlil, tomó la decisión de quedarse en la Tierra con su padre.
Utu e Inanna, los hijos de Nannar que habían nacido en la Tierra, declararon quedarse.
Enki y Ninki, optaron por quedarse y no abandonar la Tierra; lo anunciaron
con orgullo.
Varias son las conclusiones que podemos sacar de estos acontecimientos, por ahora sigamos concentrados en el cataclismo que provoca Nibiru cuando ingresa en el sistema solar cada shar, o 3600 años.

2 comentarios:

  1. estoy muy de acuerdo con tigo en la llegada del planeta de los annunakis y de toda la historia humana e leido el libro perdido de enki es fantastico no habia leido nada igual lastima que hay personas de mente muy incredula que no creen nada de esto te felicito sigue estudiando

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  2. Estimados: es curioso que la historia que conocemos desde niños no se mencione a los Anunnakis y aun menos a Zecharias Sitchin, de quien en los documentales obvian su presencia ya que estaba planteando un nuevo paradigma con una revisión histórica. Cuenta una historia de la humanidad a través de sus traducciones mas coherente que la que conocemos. Saludos

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