martes, 5 de octubre de 2010



No es fácil identificar las estrellas en un cielo lleno de ellas, mas aún, cuando abordo de una nave espacial se cambian los parámetros de identificación ya que estamos viendo el firmamento desde otro punto de vista. A la izquierda foto del libro de Carl Sagan, Un Punto Azul Pálido. Solo mediante instrumental preciso se puede ver el objetivo. Los Annunakis conocían la existencia de la Tierra y también la historia de su formación. Periódicamente su planeta, Nibiru ingresa a nuestro sistema solar en una órbita cometaria, en sentido de rotación contrario al de los planetas, lo que tarde o temprano va a resultar en una colisión con alguno de ellos tal cual ocurrió en antaño. Haciendo un extracto muy apretado de la historia de las traducciones de Sitchin, los Annunakis, sus habitantes, habían tenido una guerra y de la misma surgió un líder que se llamaba Alalu, este soberano fue depuesto por no saber resolver un problema que se generó en la alta atmósfera de Nibiru, una especie de "agujero de ozono" y que ellos habían encontrado la manera de solucionarlo con oro en polvo. De los estudios del pasado Alalu sabía que la Tierra tenía oro por conocimientos ancestrales. Escapó en una nave espacial hacia la Tierra evitando los juicios en su planeta para tratar de reivindicarse ante su pueblo si tenía razón y en la Tierra encontraba el oro con el que solucionarían el problema sucitado, con riesgo de exterminio de su gente. Nadie se había atrevido a viajar a la Tierra por temor "al Brazalete Repujado" el cinturón de asteroides entre Marte y Júpiter, que se cobró la vida de la tripulación de cinco naves que fueron enviadas con el propósito de atravesarlo, sin lograrlo. Cada nave estelas lleva 50 tripulantes. Inició el viaje en solitario y llegó al séptimo planeta del sistema solar. La Tierra estaba en una glaciación y aterrizó su nave en lo que hoy es Kuwait, en el Golfo Pérsico. Hizo un reconocimiento del territorio,´analizó la atmósfera para comprobar si era respirable, probó frutas de algunos árboles, comprobó el agua potable y finalmente en el agua de mar encontró partículas de oro. Viendo que el planeta era habitable y que servía a sus propósitos se quitó el traje espacial (el traje de pez) ocupo el asiento de comandante y levanto el "Hablador de palabras" para comunicarse con Nibiru: "En otro mundo estoy, he encontrado el oro de la salvación: la suerte de Nibiru está en mis manos; debes escuchar mis condiciones".
Con esa frase se estaba sellando el destino de la Tierra y representaba mucho mas que meras palabras. Luego me referire a lo que concluyo del viaje, el viaje y la comunicación con el "hablador de palabras".

No hay comentarios:

Publicar un comentario