sábado, 18 de diciembre de 2010

LA CONFUSION II




LA CONFUSION II
Los primeros 1650 años que compartimos con los extraterrestres (dioses) fueron buenos para estos seres creados genéticamente a partir de una primate evolucionado. En sus comienzos, Enki y su equipo vieron su progreso con satisfacción, pero pronto comenzaron a percibir problemas en su comportamiento. Los seres iban en decadencia, cada vez más se parecían a los seres primitivos originarios y sus facultades se veían reducidas con el tiempo. Fue cuando Enki paseando con su visir Ismuth, se encontró con dos hembras humanas que se bañaban en el río Eúfrates. Enki tuvo una erección y copulo con ellas. Luego le pidió a su visir que les haga un seguimiento a las mujeres. Así fue que nacieron, un hombre y una mujer civilizados tenían más genes extraterrestres que terrestres. Inteligentes, fueron instruidos en las escuelas de los Annunakis en las diferentes especialidades, llegaron a conocer el idioma de los dioses. La población terrestre se comenzó a desarrollar alrededor de las grandes construcciones annunakis, sus viviendas, posteriormente llamadas templos. Compartieron sus vidas a pesar de que el humano era considerado un esclavo. Muy a pesar del jefe Enlil, que no nos quería y solo deseaba nuestra destrucción. El pretendía que solo fueroamos granjeros y ganaderos a favor de ellos, que fueron quienes trajeron ganado y cereales de Nibiru, pero Enki le dio a los terrestres más de eso. Enseño medicina para que se curaran entre ellos, astronomía, también apredieron a mezclar los diferentes vegetales para obtener medicinas y todo ciencia que como dice el Libro de Enoch, Azasel (Enki) les enseño a los humanos. Su capacidad cerebral al 100 % o muy cerca. Después del diluvio, gran catástrofe global, murió el 90% de la población mundial, los extraterrestres se pusieron a salvo en distintos lugares del espacio, estaciones espaciales, Marte, la Luna. Al retornar después que ocurrieron los hechos, asado de por medio, Enlil acepto la presencia humana porque lógicamente los iba a necesitar para la reconstrucción de la tierra. Pero la Biblia afirma que el Dios Yahvéh (que no se sabe identificar con alguno de los annunakis y tal vez no sea ninguno) le impuso al hombre una vida no mayor a 120 años. Eso implicó un duro golpe a estos seres que vieron disminuidas todas sus potencialidades. Su cerebro quedó al 10 % del rendimiento total, la vida útil quedó entre los 12 y los 45, las defensas bajaron y fueron vulnerables a cuanta peste se le pusiera a tiro (más las que Enlil provocaba) causando grandes matanzas en la población humana. Una persona a los 50 años, si llegaba era un anciano. Todo las potencialidades que un ser obtene en su juventud, las pierde a partir de los 50 años idefectiblemente, situación que lo pone en la sala de espera de “puro huesos”. Lo más triste de esta historia, es el “día después del cataclismo” no quedaba nada en pie en el planeta, debían hacer las cosechas en las montañas que fueron las menos deterioradas y pasó mucho tiempo para que se lograran cereales y animalitos. El humano no tenía capacidad de aprendizajes complejos y los annunakis que tampoco lo estaban pasando bien, no tenían ganas de enseñar. Se fueron perdiendo las buenas costumbres, la convivencia, el aseo personal y las nuevas generaciones directamente no las tenían. Lo que antes había sido perfumes, aromas agradables, se transformó en olor a humo, transpiración y a “bolas”, el baño no existía y en las reuniones había que quemar maderas aromáticas para tapar los olores. La convivencia con animales, el pastoreo favorecía esa situación. Las vestimentas de tejidos burdos, al perderse los maestros que enseñaran a tejer las telas, se transformaron en cueros de animales y la ropa interior desapareció hasta el siglo XVIII. Los dioses estaban más preocupados por ellos que por sus creaturas. De todas maneras hubo siempre una elite que tenía contacto con los dioses y de ellos obtenían regalías. El programa genético del hombre quedó reducido a las funciones básicas, nacer, alimentarse, funciones secretoras, crecer, trabajar, reproducirse (le llamaron amor) y morir. Dentro de la función “trabajo” encontramos una serie de ítems que van desde el simple acto de cuidar ovejas al de las conquistas territoriales. Los extraterrestres se cuidaron bien de quitarnos el chip de las pasiones, la ambición, la envidia, la traición, el robo, asesinato, lo que se le llamaban los “pecados capitales”, que yo no los llamo pecado o transgresiones, porque están incorporados a nuestra genética y por lo tanto a quien le toque, está destinado a cumplir con esa orden en el momento indicado, no es posible eludirla. De esa manera estaríamos generando guerras por boludeces de un tipo, llámese líder, rey, emperador, presidente o dictador, en las que morirían miles de personas, las culturas darían un paso atrás, se quemaría su historia la cual continuaría bajo otro punto de vista, la del vencedor hasta que ha este último le ocurra lo mismo. Los grandes imperios de la Tierra se caracterizaron por la crueldad, las matanzas, la esclavitud. Los vestigios que quedan de ellas no son precisamente las de la ciudades o poblados, donde transcurría el amor y la tragedia de las gentes, sino las de la opulencia de los gobernantes, con sus grandes edificaciones, fortalezas, castillos y palacios. Y siempre fue así, nunca cambio para nada, en la actualidad sigue siendo de esa forma y será hasta el final. Enki dice que le dicta el libro a Endubsar porque conociendo el pasado podrán ver el presente y el futuro. También en la Biblia podemos leer en Eclesiastés:
1-9; “¿Qué es lo que fue? Lo mismo que será. ¿Qué es lo que ha sido hecho? Lo mismo que se hará. Y nada hay nuevo debajo del sol.
1-10 ¿Hay algo de que se pueda decir: He aquí esto es nuevo? Ya fue en los siglos que nos han precedido
1-10 No hay memoria de lo que precedió, ni tampoco de lo que sucederá habrá memoria en los que serán después
Para mi está claro que si hubiera un cataclismo global, sin la asistencia de los extraterrestres, volveríamos a vivir en la cavernas hasta que podamos remontar nuevamente la historia que ya concemos. Cuando dice “No hay memoria de lo que precedió…” es exactamente el panorama que presenta el día después del diluvio, desapareció todo bajo el lodo. Lo único que conocemos está escrito en las tablas de barro sumerias y al no interpretar su escritura estuvo oculta hasta el Siglo XX y cuando se las conoció no se quiso reconocer como historia sino como mito, o sea un “cuento”. Observen lo agudo de la frase que continua, …”ni tampoco de lo que sucederá habrá memoria en los que serán después”. No habrá memoria de nuestra civilización, primero porque no se que nos tocará, seguramente fuego, y a pesar de las cápsulas del tiempo que han dispuesto en varias partes del mundo no habrá historia porque se está escribiendo electrónicamente y después del cataclismo no existirán ni los fósforos. Bueno ya me puse apocalíptico…son boludeces, total a quien le importa.
Dos acotaciones al margen de lo expuesto: 1) la ropa interior, 2) simbología de algunos artefactos que conocemos y no sabemos para que eran originariamente.

La ropa interior en hombres y mujeres existió antes del diluvio, así lo muestran algunas figurillas rescatadas en el tiempo. Esta figura se refiere posiblemente a Innana, dado que ha ella se le llamaba la diosa de la fecundidad y del amor. No se porque…según dicen algunos autores era estéril asi que ¿?

Esta es Innana con una bombachita interesante, aunque algunos dicen que no las usaba mucho, le gustaba enseñar sus intimidades.

Esta es otra Innana, se ve que que los años han pasado y la se ha hecho medio gordita. También lleva una tanguita nada envidiable a las que portan las chicas en esta época. "La ropa interior es un símbolo elocuente de cómo la sociedad se representa a sí misma, de su erotismo, de sus modos de relación, y en ella podemos leer cómo los seres humanos hemos ido evolucionando a lo largo del tiempo", sostuvo Ana Torrejón, periodista especializada en moda.

Desde la perspectiva de Torrejón, un hito trascendente en la historia de la vestimenta interior fue el advenimiento del corpiño: "Esa pieza significó la emancipación de la mujer, no sólo en su rol social, sino también en lo que concerniente a su organismo, dado que en el siglo XIX vivían prisioneras de un corset que les generaba trastornos emocionales y, por supuesto, físicos".

La llegada del corpiño a comienzos del siglo XX supuso la división del torturante corset en dos piezas: la trusa o bombacha y el corpiño mismo. La exposición inglesa cuenta con un muestrario de lencería del período victoriano y del período posterior a la Segunda Guerra Mundial, cuando las bombachas y corpiños ganaron contornos más sensuales y arriesgados.



"En el año cero de la era cristiana, hombres y mujeres usaban túnicas-explicó Claudio Martínez, profesor de Historia de la Moda en la Universidad de Palermo-. Además, las mujeres se ponían una banda para erguir sus senos". "Otro hito importante fue, a partir de la posguerra, la utilización de fibras sintéticas en la producción de la ropa interior en Estados Unidos los panties reemplazaron a las medias de seda que eran privativas y además antiestéticas".

En el mundo antiguo, la ropa interior que se utilizaba bajo las amplias capas de togas, no era reconocida como una prenda corriente de la indumentaria. Antes del siglo XIX, la ropa interior (en caso de utilizarse) era muy simple, puesto que consistía en una camisa holgada y algún tipo de calzones de tela. En ciertos casos, formaba parte integrante de un atuendo particular. Como no se mostraban a nadie, en las prendas de ropa interior apenas revestían importancia el estilo y las hechuras. Una notable excepción, durante aquellos períodos en que la cintura y el busto de la mujer fueron artificialmente ceñidos y modelados, fue el corsé, creado para conseguir ese efecto. Los historiadores de la moda registran un cambio importante en la ropa interior y en la actitud del público respecto a ella, alrededor del año 1830. La ropa interior adquirió mayor consistencia y longitud, y pasó a formar parte rutinaria del atuendo. Por primera vez en la historia, no llevar ropa interior implicó suciedad, descuido, grosera indiferencia a los buenos modales, e incluso moral licenciosa.
Se cree que esta transformación fue el resultado de la confluencia de tres factores: el auge del pudor victoriano y sus correspondientes dictados en cuanto a la modestia en el atuendo; la aparición de telas más finas y ligeras, que por sí mismas invitaban a la confección de la ropa interior; y los conocimientos médicos acerca de los gérmenes que, combinados con el enfriamiento del cuerpo, producían enfermedades. Este último factor tuvo un significado particular. Los médicos recomendaban evitar los “enfriamientos”, como si éstos fueran una entidad tangible como un virus, y entre el público se difundió un temor casi patológico a exponer cualquier parte del cuerpo, excepto el rostro, a un aire que se juzgaba cargado de gérmenes. Poco antes, Pasteur había demostrado su teoría de los gérmenes como causantes de enfermedades, y Lister promovía su campaña en favor de la asepsia en la medicina. Por así decirlo, el ambiente demandaba a voces la ropa interior.
Ésta era entonces blanca, generalmente almidonada, a menudo áspera y confeccionada casi siempre a base de batista, franela o calicó. Desde la década de 1860, la ropa interior femenina empezó a ser diseñada buscando en ella un atractivo, y en el año 1880 la seda se convirtió en la tela predilecta para este fin.
La ropa interior de lana, invariablemente áspera y picante, invadió Europa y América en la misma década, enaltecida por la profesión médica.
Lo que llegaría a conocerse como el Movimiento de la Lana comenzó en Gran Bretaña bajo los auspicios del doctor Gustav Jaeger, ex profesor de Fisiología en la Universidad de Stuttgart y fundador de la Jaeger Company, fabricante de prendas de lana. El doctor Jaeger proclamaba los beneficios que representaba para la salud el uso de lana áspera y porosa en contacto con la piel, puesto que permitía “respirar” al cuerpo.
La lana nunca podía teñirse. En Inglaterra, surgió una “cultura de la salud con el uso de la lana”, con partidarios tan distinguidos como Oscar Wilde y George Bernard Shaw (este último llevó durante algún tiempo sólo prendas de lana en contacto directo con su piel). La ropa interior, los corsés y las enaguas de lana adquirieron gran popularidad, y durante más de dos décadas el Movimiento de la Lana causó grandes altibajos en el sector de la confección de ropa interior, en ambos lados del Atlántico.
¿ Conoces esta ropa interior ?
El shenü, la primera prenda interior conocida en la historia de la Humanidad, era una especie de enagua vaporosa, bordada y ribeteada de hilos de oro, acorde al clima tórrido de Egipto.
En la Antigua Roma, el equivalente a la ropa interior actual era una túnica o camisa -hecha de hilo, de lino o de un tejido muy fino, que por delante llegaba hasta las rodillas y por detrás hasta las pantorrillas-.
La toga era una vestimenta masculina, sólo las prostitutas y las mujeres de costumbres licenciosas estaban obligadas a ir vestidas con toga (corta y de color oscuro) para diferenciarlas precisamente de las mujeres honestas (de ahí que mujer togada equivalía a prostituta o mujer fácil). Sólo ellas podían amar sin corpiño y -tal como muestran las pinturas de los burdeles de Pompeya- eran las únicas a los que los hombres podían tocar con la mano derecha: a las mujeres honradas les estaba reservada la mano izquierda.
El mamillare una especie de venda o faja de tejido fino que servía para sujetar y alzar el pecho.
En los baños públicos tan sólo se cubría el cuerpo con una pequeña tanga o taparrabos llamado subligar., que es la forma mas simple de lencería masculina, que se popularizó con el chiton griego y el subligaculum romano, este último ya muy parecido a los boxers o shorts de hoy en día.
Las llamadas chemises a trou (camisas con agujero), bordadas con letanías tales como Ave María o Dios lo quiere para que no fuera a quedar alguna duda de los derechos del marido se le exigía a las grandes damas.
Curiosidades de epoca
En la España del siglo XVII las mujeres-que todavía no conocían las bombachas-solían depilarse el pubis. Esta costumbre, que también se observó en Francia y en Italia, se sofisticó aún más cuando Juana de Portugal llegó a Castilla para casarse con Enrique IV: la reina viajó acompañada por un grupo de damas que no sólo se depilaban totalmente, sino que pintaban sus muslos-desde la cintura a las rodillas-con una pintura blanca, para que así al bajar de sus caballos no mostrasen a los presentes más que una fugaz visión de algo blanco. Era el sustituto de la ropa interior: las bombachas fueron descubiertas por las españolas recién cuando Isabel de Valois llegó a España para casarse con Felipe II. Tanto la reina como sus damas las llevaban. El benemérito corsé.
La invención de las máquinas de hilar y las desmotadoras, hacia la segunda mitad del siglo XVIII, facilitaron la elaboración de tejidos de algodón. Las fábricas producían ropa interior de manera masiva y, por primera vez, la gente empezaba a comprarla en lugar de hacerla en casa. El modelo corriente del siglo XIX, tanto para hombres, mujeres y niños, eran unos trajes de este algodón tejido, que cubrían desde las muñecas hasta los tobillos. Esta “segunda piel” incluía en la parte trasera una faldilla que se desabrochaba, para facilitar la visita al aseo. Hacia finales de la primera década del siglo XX, el traje entero se dividió y las mujeres comenzaron a elaborar este básico dos piezas en encaje.
A medida que las décadas pasaban la ropa interior femenina se acortaba para seguir el ritmo de las faldas, que menguaban y menguaban. Y ya en el presente, la comodidad y durabilidad de la ropa interior ha dado paso a la moda y la sofisticación, más encaminada al lucimiento que al abrigo o protección de esa parte de la anatomía femenina.
Propiedades del color rosa
Los colores tienen propiedades y poderes, el Rosa es el color del amor universal y sus propiedades son muy similares a las del rojo, aunque mucho más suavizadas; es, por lo tanto, un sanador del corazón y ayuda a eliminar las penas y heridas emocionales pasadas. Su acción es también clara y muy positiva en la lucha contra la melancolía y la debilidad general. Este es un color que tranquiliza y da paz interior, al tiempo que ayuda a desarrollar un sentido amplio del amor y del perdón
Como podemos apreciar después del diluvio perdimos hasta los “calzoncillos” y a raíz de esta anécdota surge esta otra: 2) Cuando los otros días compre la revista Mas Allá, monográfico Nº 60 me hicieron reir, por este artefacto llamado botafumeiro. Ese aparatito que en un momento determinado de la misa saca el cura y lo prende con incienso y lo mueve de un lado a otro, es para sacar los malos olores que traía la gente, olor a patas, pedos, transpiración a vacas etc.ajajajaja. ¿Y ahora para que lo hace? ¿Será para confundir el olor a perfume de las mujeres? O…para no sentir olor a mujer…vaya uno a saber. Pero el aparatito es para tapar los malos olores.


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